Muchas personas se preguntan qué tipo de personas acuden al psicólogo, la respuesta es sencilla: al psicólogo van las personas que sufren.
La terapia psicológica puede ayudarnos a aliviar ese sufrimiento mediante:
- Comprensión de la situación: el psicólogo puede ayudarnos a descubrir y comprender los factores que están originando y mantienen nuestros problemas. Por lo tanto, podremos aprender a afrontarlos y prevenirlos en un futuro.
- Proporcionar un espacio para la reflexión: Una de las labores del terapeuta es la de preguntar acerca de nosotros, cómo nos relacionamos, cuáles son nuestros valores, etc. de manera que el paciente pueda ir pensando sobre estos temas a la vez que va estructurando las respuestas. En muchas ocasiones no somos conscientes de lo que pensamos o sentimos hasta que no nos lo oímos decir.
- Contención emocional: Hablar de determinados temas puede provocar un nivel de ansiedad muy elevado. En estos casos, el estar con una persona que mantenga la calma a la vez que comprende el problema proporciona las condiciones necesarias para poder tolerar esa ansiedad. Poder hablar con alguien sin miedo a que el dolor que sentimos nos destruya o destruya al otro es, muchas veces, casi lo único que necesitamos para poder elaborar nuestros sentimientos.
- Crecimiento personal: Acudir a terapia nos ayudará a potenciar nuestros recursos y capacidades, a aumentar la confianza en uno mismo y a mejorar las relaciones con los demás.